Prólogo

Los Diálogos de Platón, son un inagotable homenaje a la figura de su maestro Sócrates, son muchos los rasgos del estado ideal platónico que no hacen nada más que dar forma concreta a postulados socráticos: buscan equilibrio entre las clases, donde cada una se caracteriza por una misión específica poseedora además de su propio sistema de educación y sus virtudes. En los dos diálogos se puede apreciar la dialéctica como método de división, concepto este que sostuvo Platón, como búsqueda colectiva de la verdad entre dos o varios contertulios siguiendo el procedimiento de su maestro de la pregunta y la respuesta.

1986

En estos diálogos se plantean ideas filosóficas que son discutidas y criticadas dentro del contexto de una conversación entre dos o más personas. En ellos, Sócrates. Alumno de Platón, se presenta tal como lo hacía en la vida real: como un ignorante tratando de obtener sabiduría de alguien que presume tenerla. Al cabo de muchas preguntas y respuestas. Se demuestra que el más sabio es Sócrates. Pues al menos es capaz de decir sólo sé que no sé nada. Noción que constituye el comienzo del camino hacia el conocimiento. Platón sostenía que conocer el bien es hacer el bien. Estaba convencido de que una persona moral es verdaderamente feliz. Y como los hombres siempre desean la felicidad. Siempre desearían hacer lo que fuera moral.