Introducción Desde el inicio de la humanidad ha existido una relación entre la sociedad y los minerales, es así que se conocen las etapas prehistóricas con los nombres de Edad de Piedra,Edad de Hierro y Edad de Bronce. En los tiempos contemporáneos, se mantiene esta relación,de tal manera que se ha pasado de una Edad del Petróleo a la Edad del Silicio, época en la cual nos encontramos inmersos. Resulta por lo tanto, sencillo entender que en cualquier instante de la vida cotidiana los minerales están siempre presentes.Desde los tiempos iniciales,el hombre buscó una relación responsable con la naturaleza inventando procesos y técnicas con la finalidad de conquistar la riqueza del subsuelo. La voluntad y la imaginación juegan un papel importante para hallar procesos adecuados en el beneficio de cada metal. Uno de los metales más utilizados y preciados desde la más remota antigüedad, principalmente por sus propiedades físicas,es el ORO. Ya en el siglo II a. de C. empezó a utilizarse el oro como patrón de intercambio, en forma de lingotes o discos sellados. Algunos yacimientos de Egipto, India, Tarsis, se agotaron con rapidez por lo que las monedas de oro fueron escasas a excepción de las que fabricaban los persas y macedonios. El Imperio Romano también sufrió de escases de este metal preciado, en cambio los árabes y bizantinos podían acuñar las monedas de oro.Durante la Edad Media el Occidente acuñó monedas de oro,adquiriéndolo de las minas de Sudán y de Guinea. Con el descubrimiento de América se produjo un flujo extraordinario de oro, pasando a tener un papel relevante en la economía europea.

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